Mi salud sin tabaco

Dejar el tabaco me a traído notables mejorías en la salud, algunas incluso a las que no les había dado mucha importancia o a las que no había asociado hasta este momento con el hábito de fumar.

En Dejar de fumar tabaco, tenemos varios artículos que hablan de los beneficios que trae el dejar de fumar, y como se recupera la salud al dejar el tabaco,sin embargo, pocos de los que son fumadores les suelen prestar atención a éstos. Sería mejor que los tomes en serio, son ciertos y son importantes.

De toda la lista de enfermedades que tiene el fumador varias son significativamente tan importantes y silenciosas a la vez que no les prestamos atención hasta que es demasiado tarde. Pero otras, síntomas o signos del tabaquismo, nos acompañan todos los días y nos hemos mal acostumbrados a ellos.

En mi caso, te voy a citar algunas de los beneficios que le ha traído a mi salud el dejar de fumar. Ninguna de ellas es más o menos importante, todas lo son puesto que reflejan un problema de fondo como es el fumar que puede tener funestas consecuencias si no dejas al tabaco. No importa cuándo lo hagas, pero mejor deja de fumar hoy...!

Mi salud sin tabaco, beneficios:

Puedo respirar mucho mejor, ya no siento esa falta de oxígeno que se me había vuelto algo normal. Recuerdo las ocasiones en que estando con gripe, se me cerraban las vías respiratorias y me costaba grandemente respirar, sentía que me faltaba el aire y aún así no podía meter más oxígeno a mis pulmones. Desesperante.

La tos, casi ha desaparecido. Esa maldita tos que me acompañó por varios años y que en lugar de desaparecer, iba empeorando y aumento su frecuencia cada vez más. Era sólo despertarse en las mañanas y botar literalmente pedazos de mi en el baño mientras tosía tratando de sacar todo el alquitrán que había acumulado no sólo el día anterior sino todos los años precedentes. Deje de fumar y la tos casi ha desaparecido, sólo se me presenta en las mañanas, al despertar, pero durante el día no he vuelto a toser desde que deje el tabaco.

Estando acostado, puedo cubrirme completamente el rostro si se me antoja, y no sentiré esa falta de oxígeno que tenía antes, la que me impedía estar con las sábanas sobre mi cara pues me asfixiaba.

Ya no me duele constantemente la cabeza. Era algo inevitable, el dolor de cabeza me acompañaba todos los días y a toda hora.

Al no dolerme la cabeza, he dejado de consumir tanto medicamento para calmar el dolor, con lo cuál me imagino que también estaré garantizando que mi salud no se deteriore por efecto de esos medicamentos.

Al dejar el tabaco, mi gastritis ha desaparecido. Era de todo el tiempo mientras fumaba, el que mi estomago doliera y se hinchara, además de los cientos de antiulcerosos, espasmolíticos y antiácidos que me tomé durante esos años. Dejar de fumar, me ha quitado esa molestia tan habitual en mi vientre.

Mis ojos...! Mientras fumaba, tenía una conjuntivitis que era refractaria, o sea resistente a todas las terapias que me habían indicado. El tabaco parece que con el humo que generaba me causaba una irritación en los ojos que me tenía los ojos constantemente enrojecidos. Con un agravante: uso lentillas de contacto, las cuáles se empañaban todos los días y me era imposible garantizar una visión límpida, siempre estaban formándose "nubes" en mi vista. Una incomodidad que no saben lo molesta que era. Y yo, pensando que eran las bacterias que tenía en los ojos las que habían desarrollado una resistencia a toda prueba, y que hacía incurable mi constante malestar en los ojos. Dejar el tabaco bastó para que mis ojos se beneficiaran y nunca más estén como estaban.

Mi piel, la veo mucho mejor, menos reseca y con un color más saludable, ya no me veo morado, violeta, guindo, vamos, cianótico.

Mi cabello, el que me queda como debe agradecer que haya dejado de fumar. No voy a decir que no se me cae, si se cae, pero muchíiiisimo menos que cuando fumaba. Como no deje el tabaco antes...!

El gusto, el olfato, han despertado de un letargo del que no estaba consciente. Hoy los alimentos me saben mucho mejor, y los olores, por Dios, que oloroso es el mundo que nos rodea. Y no es olor a tabaco, nunca más.

Mi mente, mi memoria, mi estado de alerta, mi capacidad para retener información, mi raciocinio, es increible como hay mejorado al dejar de fumar. El tabaco no sólo te mate, te embrutece antes de matarte.

Todo esto no será nada nuevo para ti, pero para mi si que lo es. Nunca pense el cambio que podía representar el dejar el tabaco, el dejar de fumar.

Créeme, los beneficios de dejar el tabaco son reales. Ten en cuenta además, que aquí sólo te he contado lo que externamente me ha beneficiado el no fumar. Imagina cuánto se habrá beneficiado mi salud interiormente y a futuro al haber dejado el tabaco.