Con seguridad que mas de una vez entraste a algún restaurante, bar, vehículo, u otro ambiente y sentiste ese "olor a fumador", desde un simple olorcillo casi imperceptible, hasta aquel que verdaderamente te llega a inducir el cubrirte la nariz. Ese olor a cigarrillo, a tabaco consumido, a fumador, es tóxico y así lo han demostrado los diferentes estudios llevados a cabo en los que se basa esta afirmación.
No sólo el humo de tabaco puede causar enfermedades relacionadas al tabaquismo, también lo puede hacer ese "olor a fumador".
El fumador fuma porque quiere fumar o no puedar dejar de hacerlo, el fumador pasivo lo hace aunque no quiera. En el mundo hay 700 millones de niños que son fumadores pasivos.
Fumador pasivo es aquel que está expuesto al humo de tabaco de segunda e incluso al humo del tabaco de tercera mano.
Se llama humo de tabaco de segunda mano a aquel que proviene del extremo encendido de un cigarrillo o de cualquier otro similar, más el que proviene del humo inhalado y posteriormente exhalado por el fumador, y a pesar de tener similares componentes que el inhalado, es tres a cuatro veces más tóxico por gramo de sus particulas que el humo principal del tabaco, y la toxicidad es mucho mayor que la simple suma de las toxicidades individuales de sus constituyentes.A esa conclusión llegaron Schick y Glantz en su trabajo publicado en Tobacco Control el 2005, denominado Experimentos toxicológicos Philip Morris con humo colateral fresco: más tóxico que el humo principal del tabaco.
Quieres dejar de fumar...? o ya dejaste el tabaco...? Ven a compartir experiencias y mostrar al mundo lo peligroso que es fumar, el daño que causa el cigarrillo y el tabaco.
sábado, 17 de julio de 2010
martes, 27 de abril de 2010
Mejoras inmediatas al dejar el tabaco
Foto: Benjamin Earwicker |
En una publicación de la oficina regional para el Mediterráneo Occidental de la Organización Mundial de la Salud, encontramos una cronología de los beneficios que obtiene el cuerpo del fumador una vez que ha decidido dejar este tan dañino hábito.
Estos beneficios se traducen no sólo en la mejora inmediata del ex-fumador, sino a mediano y largo plazo se aprecia que entre los beneficios estan precisamente, la disminución de los riesgos de contraer peligrosas y mortales enfermedades como el cáncer. En otros, los riesgos de sufrir ciertos transtornos o enfermedades cardíaco coronarias, se asemejan al de la población no-fumadora.
Te invito a que leas estas líneas y tomes conciencia de que debes dejar el cigarrillo, y si ya dejaste de fumar tabaco, puedas reafirmar que tomaste la decisión correcta cuando dejaste el tabaco. No vuelvas a fumar nunca más.
jueves, 1 de abril de 2010
El fumador pasivo y su salud
Se considera fumador pasivo a aquella persona que esta expuesta a la inhalación del humo proveniente de tabaco fumado por personas que estan en su entorno.
Fumadores pasivos son pues, desde la persona que ocasionalmente se halla en ambientes cerrados donde existan fumadores, hasta aquellas otras que conviven el día a día con fumadores. El fumador pasivo, termina compartiendo, junto con el fumador activo, es decir, el que fuma, no sólo el humo que proviene de la combustión del tabaco, sino también, las enfermedades que este pueda desarrollar por el hábito a la nicotina.
Richard Doll, condujo un estudio en 1985, que concluyó entre otras cosas que "una hora al día en una habitación con un fumador incrementa cientos de veces el riesgo de contraer cáncer de pulmón con relación a un no fumador que pase 20 años de su vida en una construcción que contenga asbesto (peligroso cancerígeno)".
Los primeros estudios que arrojaron evidencia sobre el riesgo que tiene el fumador pasivo de contraer cáncer de pulmón, fueron realizados por Takeshi Hirayama en 1981, quién estudio mujeres japonesas que no fumaban, casadas con fumadores. Quedando a partir de este primer hallazgo, demostrado el vínculo que existe entre el cáncer de pulmón y la inhalación de humo por parte del fumador pasivo. Hasta la fecha, otros hallazgos han confirmado esta fatal relación.
Fumadores pasivos son pues, desde la persona que ocasionalmente se halla en ambientes cerrados donde existan fumadores, hasta aquellas otras que conviven el día a día con fumadores. El fumador pasivo, termina compartiendo, junto con el fumador activo, es decir, el que fuma, no sólo el humo que proviene de la combustión del tabaco, sino también, las enfermedades que este pueda desarrollar por el hábito a la nicotina.
Richard Doll, condujo un estudio en 1985, que concluyó entre otras cosas que "una hora al día en una habitación con un fumador incrementa cientos de veces el riesgo de contraer cáncer de pulmón con relación a un no fumador que pase 20 años de su vida en una construcción que contenga asbesto (peligroso cancerígeno)".
Los primeros estudios que arrojaron evidencia sobre el riesgo que tiene el fumador pasivo de contraer cáncer de pulmón, fueron realizados por Takeshi Hirayama en 1981, quién estudio mujeres japonesas que no fumaban, casadas con fumadores. Quedando a partir de este primer hallazgo, demostrado el vínculo que existe entre el cáncer de pulmón y la inhalación de humo por parte del fumador pasivo. Hasta la fecha, otros hallazgos han confirmado esta fatal relación.
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