El fumador pasivo y su salud

Se considera fumador pasivo a aquella persona que esta expuesta a la inhalación del humo proveniente de tabaco fumado por personas que estan en su entorno.

Fumadores pasivos son pues, desde la persona que ocasionalmente se halla en ambientes cerrados donde existan fumadores, hasta aquellas otras que conviven el día a día con fumadores. El fumador pasivo, termina compartiendo, junto con el fumador activo, es decir, el que fuma, no sólo el humo que proviene de la combustión del tabaco, sino también, las enfermedades que este pueda desarrollar por el hábito a la nicotina.

Richard Doll, condujo un estudio en 1985, que concluyó entre otras cosas que "una hora al día en una habitación con un fumador incrementa cientos de veces el riesgo de contraer cáncer de pulmón con relación a un no fumador que pase 20 años de su vida en una construcción que contenga asbesto (peligroso cancerígeno)".

Los primeros estudios que arrojaron evidencia sobre el riesgo que tiene el fumador pasivo de contraer cáncer de pulmón, fueron realizados por Takeshi Hirayama en 1981, quién estudio mujeres japonesas que no fumaban, casadas con fumadores. Quedando a partir de este primer hallazgo, demostrado el vínculo que existe entre el cáncer de pulmón y la inhalación de humo por parte del fumador pasivo. Hasta la fecha, otros hallazgos han confirmado esta fatal relación.

El fumador pasivo, inhala dos tipos de humo, tanto aquél que proviene de la combustión directa del tabaco y que emana del mismo, como del humo que exhala el fumador.

El fumador pasivo y el incremento de riesgo

Se sabe que aquellas personas que no fuman, pero que pueden ser consideradas fumadoras pasivas por las consideraciones que ya hemos hecho, ven incrementar su riesgo para contraer un cáncer de pulmón en un 20 a 30 %, y para el caso de las enfermedades cardíaco coronarias, en particular, infartos de miocardio, el riesgo se incrementa en un 23 %.

Niños y mujeres embarazadas, los fumadores pasivos con más riesgo

Tanto niños como mujeres embarazadas son considerados como los fumadores pasivos en mayor riesgo, en otros artículos de el sitio Dejar de Fumar tenemos una más amplia cobertura sobre las diferentes enfermedades que pueden afectarles. En los niños, se hace más probable el desarrollo de enfermedades como la bronquitis, la neumonía, asma, enfermedades del oído medio, e incluso el favorecer el desarrollo de enfermedades cardio vasculares en la edad adulta. Es decir, el riesgo y la afectación no sólo es inmediata, sino que puede afectar de manera significativa y a largo plazo a los niños que son fumadores pasivos. Tenga en cuenta además, que en el caso de los niños que tienen como padres a fumadores, difícilmente aquellos se podrán apartar de un ambiente tan nocivo.

En el caso de las mujeres embarazadas que están en una situación de fumadoras pasivas, los efectos pueden observarse no sólo en ellas sino en el feto afectando su normal desarrollo y con probables consecuencias en el transcurso de su vida. El niño aún sin nacer, entre otras cosas, ve expuesto su organismo a dosis más o menos elevadas de nicotina y docenas de sustancias cancerígenas provenientes de la combustión del tabaco. La nicotina, con su carácter altamente adictivo, podrá predisponer al feto expuesto a ésta a ser un futuro fumador.