Es cierto, para nadie es fácil dejar el vicio del tabaco, especialmente para aquellos que ya llevan cierto tiempo con él y además se fuman un número elevado de cigarrillos cada día. Algunas cosas pueden apoyarnos el momento que tomemos la sana decisión de dejarlo. Estas son algunas de ellas, espero que te ayuden.
1.- Busca distracciones
Todo fumador puede coincidir en que el cigarrillo es como un respiro o un escape. Cierto, lo es, pero uno muy dañino. Por lo mismo, al organismo hay que darle algún tipo de escape cuando se está dejando de fumar.
Nuestra mente y nuestro cuerpo se habrá acostumbrado a tener escapes o "breaks" durante el día, muchos o pocos según la intensidad de nuestro vicio, pero escapes al fín. Los primeros días después de que hayas abandonado tu último cigarrillo es importante que te tomes uno o más momentos para hacer alguna actividad que representen esos escapes.
Tu organismo habrá estado esperando ese necesario respiro dentro de tu rutina diaria y la ansiedad por llenarlo con una bocanada de humo podrá mitigarse de ese modo. Hacer algo distinto a lo cotidiano, nuevas distracciones te ayudarán en el proceso de detoxificación física y mental del tabaco.
2.- Enumera aquello que se vincula con el tabaco, lo bueno y lo malo
Sopesar cuidadosamente las ventajas o beneficios que obtienes tu y tu familia si dejas de fumar te ayudará a ver con más claridad y determinación lo que ganas al dejar el tabaco. ¿Hay algún beneficio si continuas fumando? ¿Cuál, estás seguro? Si encuentras alguna razón valedera y positiva para continuar con el vicio, compártela con nosotros, y convéncenos de que supera por lo menos en algo a los efectos negativos.
¿Fumar sana o mata? ¿Cuantas personas conoces que se hayan curado de alguna afección o enfermedad, fumando. Cuántas conoces que hayan dañado su salud gracias al tabaco?
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