Dejar el tabaco está en tus manos

Llevo más de 5 años sin fumar, mi madre ya tiene casi 40 años de que tomó la decisión que salvaría su vida y lo dejó también. ¿Cómo? Pues ambos tomamos la misma decisión y apelando a nuestra fuerza de voluntad dijimos Basta!!!

 A mí me llevó años darme cuenta del daño que me estaba causando y del daño que causaba a mi familia, especialmente a mis hijos. Pero al final me decidí. Es la mejor cosa que he hecho desde aquél fatídico día en que comencé a fumar.

 La pregunta que te harás y que yo también me hice muchas veces es si ¿Se puede dejar de fumar sólo con la voluntad? Bueno, la respuesta es clara: Si, se puede.

Aún cuando las cifras que se recaban en distintas fuentes indican que son muy pocas las personas que logran dejar el vicio de fumar apelando únicamente a su fuero interno, lo cierto es que cualquiera puede estar dentro de ese porcentaje, nada te excluye de tomar tu propia decisión, de sostenerla y de mantenerla a lo largo del tiempo.

Es muy probable que falles en algún momento, pero esa chispa de sensatez está dentro de ti y sólo tienes que aprovecharla. Es cierto, el fracaso es una opción, pero lo es el éxito también. No sabes de lo que eres capaz hasta que no lo has intentado.

Métodos milagrosos y supuestamente eficaces se han publicitado enormemente en distintos lugares y centros de salud y rehabilitación, algunos más cercanos a lo natural y otros más o menos invasivos, pasando por los famosos parches de nicotina. Es cierto, funcionan. Pero también lo hace la fuerza que ha hecho del hombre lo que es hoy la civilización: su deseo de ser el mejor y la voluntad para llevarlo a cabo.

¿Porqué no podría ser tu voluntad la que te ayude en este caso también? Inténtalo, toma la decisión de dejarlo y sostente con voluntad férrea. Será la mejor decisión que habrás podido tomar para recuperar tu vida, tu salud y tu familia.

Si yo pude, tú también puedes.